Nace la Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes
El año de 1979 es quizá el más importante en la historia de la Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes tal y como se conoce actualmente.

La asamblea general de asociados de fecha 19 de enero de 1979, de la organización que le precedió, se llevó a cabo en el auditorio Ramón López Velarde de la preparatoria de la Universidad, en ella se propuso el nacimiento formal e independiente de la organización sindical y su primer estatuto: [… la presentación y aprobación del Proyecto de Estatutos de la Asociación, se originó un debate con la intervención prácticamente de todos los presentes; surgiendo la proposición de votar por una Asociación o por un Sindicato, habiendo obtenido 54 votos a favor por Asociación y 8 votos por convertirse en Sindicato; después de lo anterior se aprobó el Estatuto presentado con la siguiente modificación: Se elimine la frase “Asociación Gremial” y se denomine “Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes”]. 11 Dentro del acta levantada en la asamblea que se menciona, se agradece la importante aportación del Licenciado Efrén González Cuéllar y del Maestro Bonifacio Barba en la elaboración del estatuto aprobado, el cual tuvo una vigencia de 25 años, porque fue el único que se registró ante la autoridad laboral.

El nacimiento de la Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes como organización de carácter sindical, en el año de 1979, tuvo lugar en un ambiente de agitación que despertó inquietudes y zozobra en la naciente autonomía universitaria por la influencia que se percibía del exterior, particularmente de grupos afines al Partido Comunista Mexicano, que desde la Universidad Nacional Autónoma de México buscaban crear un sindicato de carácter nacional con trabajadores académicos y administrativos de todas las universidades del país, intento en el que trataron de involucrar a profesores de ésta universidad para que se afiliaran a dicho sindicato. Desde 1978 se habían acercado al Doctor Rigoberto Gómez Torres, a la sazón presidente de la Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes12, enviados del extinto líder sindical Demetrio Vallejo, para respaldar y pedir respaldo a movimientos sindicales, ya que en ésa época la organización de académicos de la Universidad Autónoma de Aguascalientes era una de las que tenía mayor número de afiliados.

En el segundo semestre de 1979, hubo una de las elecciones más reñidas para el cambio de directiva de la Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes ACIUAA, en julio de 1979, en donde se registra en el anecdotario, que estuvo a punto de ganar la elección la planilla encabezada por el Doctor Eduardo de la Cerda, se fue la energía eléctrica en el aula del edificio polivalente en donde se desarrollaba la asamblea, lo que obligó a una pausa y en ella llegaron varios maestros más que apoyaron la candidatura del Ingeniero Humberto Gutiérrez Allende, quedando la votación con 48 votos a favor de éste y 40 a favor de Eduardo de la Cerda. Después de ésta asamblea, la influencia de dirigentes de sindicatos del Distrito Federal y la molestia con el resultado de la misma, provocó que se alteraran los ánimos y, un grupo de maestros de ésta universidad encabezados al parecer por Jesús Antonio de la Torre y Marcelo Sada, se constituyeron como sindicato de trabajadores académicos de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, tratando de desconocer la propia existencia de la Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

El gobernador del estado de aquella época, el Profesor J. Refugio Esparza Reyes, se ha negado a hablar sobre el tema, pero los testimonios directos de algunos de los protagonistas de ése proceso y los de la prensa, nos dan una idea de la intensidad del debate y de la inquietud que provocó de repente la irrupción de un sindicalismo universitario que rebasara la idea y el alcance de un club de amigos.

La Junta de Conciliación y Arbitraje del Estado no guarda documentos de solicitudes denegadas, y al parecer, el naciente sindicato de trabajadores universitarios solicitó su registro, pero fue congelada la solicitud por un tiempo y luego le fue negado por la autoridad laboral, lo cual fue aprovechado por la Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes para solicitar el registro formal de ésta organización, el tres de septiembre de 1979, petición que fue acordada favorablemente por el presidente de la Junta Local de Conciliación, el Señor Vicente Chávez Muñoz el 22 de noviembre de 1979 y notificada mediante oficio a la Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes ACIUAA, en fecha 26 de noviembre de 1979: “… que el registro solicitado ha quedado inscrito en el libro de Asociaciones de esta Junta, 208/79 que para todos los efectos los dirigentes de tal agrupación tienen representación legal en esta junta o en otras para todos los efectos del ejercicio de la defensa de sus asociados…” .13

El Doctor Alfonso Pérez Romo, rector de la Universidad en ésa época, se manifestó en público y en privado de manera enérgica en defensa de la autonomía universitaria, la cual desde su punto de vista, pretendía ser violentada por los grupos de sindicalistas nacionales y quienes les querían seguir el juego dentro de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, para lo cual desarrolló una estrategia legal y operativa muy interesante. Por un lado convocó al Consejo Universitario a sesión urgente en octubre de 1979 para aprobar reformas al estatuto de la Ley Orgánica de la Universidad que le permitieran reconocer únicamente como interlocutor de la relación laboral a la organización de catedráticos ya establecida y, por otro lado desarrolló una estrategia de comunicación efectiva entre la comunidad universitaria y extrauniversitaria para la defensa de la autonomía y de la propia esencia de la naciente universidad. Esto le permitió, por un lado, actuar dentro de la ley, garantizar una defensa adecuada ante los embates del sindicalismo populista que empezaba a dañar a las universidades y, por el otro, convencer a propios y extraños de su respeto a la actividad sindical que se lleva dentro de la ley.

Ante el vacío legislativo nacional en materia de regulación de sindicatos universitarios, el pronunciamiento del Doctor Pérez Romo fue contundente: “Las universidades en uso de su autonomía pueden llenar este vacío que existe entre la legislación laboral y la propia y mientras el Congreso de la Unión no diga otra cosa, nosotros sí la podemos decir. Con la aprobación de las modificaciones al Estatuto, tenemos un mecanismo de defensa…”.14

El 15 de octubre de 1979, la prensa local da cuenta de una convocatoria de 22 catedráticos universitarios para formar el sindicato de maestros de la Universidad, a llevarse a cabo el día 22 de octubre del mismo año15, sin embargo la organización que existía de hecho y de derecho, publica un desplegado periodístico al día siguiente, para manifestar y refrendar su existencia como asociación sindical titular de la relación colectiva de trabajo con la universidad. La competencia que se veía venir activó la vida sindical universitaria.

La Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes activó sus estrategias, ya que desde el tres de septiembre de 1979, con un escrito acompañado de las firmas de 86 maestros, solicitaron formalmente su registro a la Junta de Conciliación y, en un documento sumamente interesante para su historia, encontramos su pronunciamiento del 23 de octubre de 1979, en el que convocan a Asamblea General Ordinaria, y plantean dentro de los puntos del orden del día: “…2.- Exigir a las autoridades Universitarias participación de la Asociación en el Comité de Evaluación del Personal Académico. 3.- Exigir a las autoridades Universitarias la participación de la Asociación en la revisión Inmediata del Reglamento del Personal Académico… 5.- Integrar inmediatamente a Todo el Personal que laboral en la Universidad a un régimen de Seguridad Social…”. 16 Lo importante de esta petición, es que 28 años después de ser exigida, finalmente se logró la petición de que todos los trabajadores académicos estuvieran afiliados a un régimen de seguridad social, ya que desde 1976 el asunto de la seguridad social figuraba en el plan de trabajo de la directiva de la Asociación en sus puntos seis y siete. 17

Las manifestaciones a favor y en contra del surgimiento de un sindicato paralelo de maestros universitarios encontró eco en la prensa local mediante un manifiesto del rector el día cinco de noviembre de 1979 y un desplegado de exalumnos del Instituto Autónomo de Ciencias y Tecnología del ocho de noviembre de 1979, que apoyaba al rector en su exigencia del respeto a la autonomía universitaria. El doctor Alfonso Pérez Romo logró su objetivo de mantener la autonomía y la compatibilidad con la existencia sindical, en sus propias palabras se refirió al origen de la ACIUAA en los siguientes términos: “Sí había agitación sindical en ésa época por parte de enviados del STUNAM, querían hacer un sindicato nacional aunque no tuvieran afiliados aquí en la UAA, pero los maestros de la UAA se les adelantaron y crearon su sindicato independiente, o sea la ACIUAA”. 18

Una vez acordado por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, el 22 de noviembre de 1979, quedaron establecidas las bases para desactivar por la vía de los hechos y el derecho, la pretensión de un grupo de maestros que a juicio del rector pretendían desestabilizar el buen rumbo de la Universidad, esto porque en el mes de diciembre de 1979 se firmó el primer Contrato Colectivo de Trabajo entre la Universidad Autónoma de Aguascalientes y la Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

Con relación al origen de la Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, es de destacarse la opinión favorable que la prensa de la época emite a favor de la organización sindical de los académicos de la Universidad: “Extraordinaria trascendencia entraña el compromiso de los catedráticos agrupados en la asociación respectiva, de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, de no suspender la instrucción a los alumnos aun en el caso de que estalle la huelga emplazada para de hoy en ocho días por el sindicato de trabajadores de la institución. Revela esta actitud una alteza de miras y una calidad moral y humana verdaderamente plausibles… Eso se llama solidaridad, sentimiento de identidad para con la Universidad y sus nobles fines…”. 19

Por lo anterior, es dable señalar que la Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes ha tenido como una premisa fundamental de sus ser y su hacer, el trabajo, el respeto y el bien ganado prestigio de ser una organización seria, responsable y de plena identidad universitaria. Otro ejemplo de lo anterior lo tenemos en el anecdotario, cuando platica el Ingeniero Gutiérrez Allende, que en octubre de 1979 acudió ante el Subsecretario del Trabajo y Previsión Social en la ciudad de México, para manifestar el interés por obtener el registro como sindicato, cuando a nivel nacional a nadie le habían otorgado tal registro, el funcionario salió de su oficina para recibirlo y después de saludar y presentarse, miró con extrañeza a todos lados y le preguntó al Ingeniero, ¿en dónde están los que lo apoyan para constituir este sindicato?, a lo que recibió como respuesta: “todos los que me apoyan, lo hacen precisamente trabajando, allá están cada uno en su aula, dando clase en la Universidad Autónoma de Aguascalientes”20. Ante tal respuesta y, en virtud de ser una época de masas y movilizaciones de grupos para conseguir apoyos y prebendas, el funcionario manifestó su respeto y simpatía por el movimiento sindical de los académicos de nuestra universidad y así se facilitó el camino para el registro solicitado.

Esta memoria por el 25 aniversario de la Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, se planteó en términos de un trabajo de investigación, entre sus técnicas utilizó la aplicación de un cuestionario a una muestra de trabajadores académicos socios de la organización sindical 21 y, de las preguntas sobre el conocimiento que ellos tenían relativo al origen, significado, objetivos y evolución de la Asociación, rescatamos que: el 80% de los encuestados desconocían el año de la fundación de la misma y sólo 44% pudieron señalar algún momento relevante en la historia de ésta; que el total de ellos decían tener una idea clara de lo que es esta organización, pero sólo el 50% identificaron el significado correcto de las siglas ACIUAA y, que el 82.86% tenían bien claro que la finalidad de la Asociación es defender los derechos e intereses del personal docente.

Los resultados presentan un contraste, los asociados sí saben cuál es el objetivo de la Asociación de Catedráticos e Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, pero necesitan un reforzamiento de la identidad y de la cultura sindical por lo que hace a su origen, evolución y desarrollo, tarea a la que modestamente aspira esta memoria.